Hospital Marzetti: separan a tres médicos denunciados por mala praxis

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Lautaro, de 13 años, fue atendido por un golpe en la cabeza producto de un piedrazo. En cuatro oportunidades, tres profesionales minimizaron el cuadro y sin hacer siquiera una placa radiográfica lo trataron con antibióticos y corticoides.  Más tarde, una tomografía confiró que tenía una fractura con hundimiento de cráneo e infección, y debió ser operado en el Hospital Garraham.


Tres profesionales que se desempeñan en el Hospital Marzetti fueron separados preventivamente de su cargo, luego de que la madre de un menor que fue atendido en el nosocomio los denunciara penalmente por un caso de presunta mala praxis.

Según dio a conocer el Municipio a través de un parte de prensa, se trata de los médicos Teresa Ana de la Cruz, Gladys Castro y Omar Antonio Mosquera, sobre los cuales “se ha resuelto la suspensión preventiva por el lapso de 60 días”.

La decisión fue tomada por el director Dr. Nery Fures y el administrador Dr. Jorge Cardozo tras la denuncia presentada por Giselle Marini a partir de la atención recibida por su hijo de 13 años Lautaro Ocampo.

La mujer dio a conocer su caso por medio de una publicación de Facebook que se volvió viral. Allí contó que su hijo debió ser operado en el Hospital Garraham por una fractura con hundimiento de cráneo y una infección que amenazaba con invadir el cerebro. Sin embargo, previo a ello fue visto al menos en tres oportunidades por médicos del Marzetti, que desestimaron el caso y lo diagnosticaron como un simple hematoma.

Si bien el caso se conoció esta semana, comenzó el 19 de septiembre pasado, cuando Lautaro recibió accidentalmente un piedrazo en la cabeza cuando cruzaba por la plaza René Favaloro, del barrio 9 de Julio.

Según el relato de la mujer, el adolescente fue atendido en la guardia del Hospital por la cirujana Gladys Castro, quien sin ordenar una placa considerdó que se trataba de una herida superficial, que resolvió con una sutura.

Algunos días después, la herida comenzó a sangrar y Lautaro tenía una hinchazón, pero la cirujana tras revisarlo nuevamente insistió en que se trata de un simple hematoma.

Por tercera vez Giselle volvió a llevar a su hijo al Marzetti porque el joven continuaba con dolores de cabeza. En esa ocasión fue atendido por la pediatra Teresa de la Cruz, quien de mala manera se negó a efectuar una placa e insistió en que se trataba de un hematoma sin importancia.

La cuarta visita al Marzetti tuvo lugar el 28, ya que Lautaro seguía quejándose por los dolores. El médico de guardia, Omar Antonio Mosquera, concidió con sus colegas: dijo que se trataba de un hematoma y recetó corticoides para bajar la inflación, todo según el relato de la madre.

El día 30, la mujer hizo una consulta con Gustavo Pascuas en su consultorio particular. Allí, el pediatra notó que existía una infección y recetó antibióticos, pero debido a que algunos días después el cuadro no mejoraba, el propio Pascuas ordenó una tomografía, e incluso gestionó una derivación al Hospital Cuenca, debido al costo que la misma tenía en el ámbito privado.

El estudio confirmó que Lautaro tenía una fractura con hundimiento de cráneo e infección, y debió ser derivado al Hospital Garraham, donde fue operado exitosamente.

Giselle efectuó una denuncia penal buscando que se investiguen las responsabilidades de los médicos que intervinieron, y tras conocerse el caso, las autoridades del Marzetti iniciaron un sumario administrativo y los separaron preventivamente de sus cargos.