Chola Rizzi: la poesía en la voz de una mujer

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Por Martín Aleandro

En este incipiente otoño salimos a buscar una historia diferente. La poetisa Ysolina Behrens “Chola” Rizzi es parte de nuestro patrimonio cultural, la poesía y la música viven en ella. Su pensamiento queda plasmado en esta nota con Cañuelas Ya.

El lugar de encuentro fue el Instituto Cultural y la charla muy amena, comenzó a contarnos su vida y el mundo se detuvo: “Nací en febrero de 1928, un día tan lluvioso que no se veía por la ventana, soy netamente acuariana, hasta la médula. En casa éramos seis hermanos en la familia. Mi pueblito natal es muy hermoso, y los veranos los vivíamos con mucha intensidad y con mucha libertad. Recuerdo que vivíamos cerquita de las vías del ferrocarril, pasaban a unas tres cuadras de casa. Por esta razón en mis poemas siempre están las vías y el ferrocarril muy presentes. Mi papá era músico autodidacta, hijo de alemanes, rubio de ojos celestes, y le gustaba que yo cantara, y él con la guitarra o con el acordeón me acompañaba. Aquí quizá esté el primer impulso que me acercó a las Letras. La música y la poesía van de la mano y en este tiempo comencé a transitar este camino maravilloso sin darme cuenta. Había varias Fiestas Populares, algunas  se hacían en los clubes y otras en el galpón de la estación de Udaondo, y venían las orquestas de la ciudad con su música y con su magia. Fueron noches inolvidables, y en esos escenarios comencé a cantar de muy chiquita”.

Se detuvo un momento y escondió la mira en uno de sus libros, como buscando en su memoria un recuerdo guardado en esas páginas. En esta pausa, y viendo la situación, le pregunto por su primer libro. Ella levanta la mirada y con una sonrisa enorme nos cuenta: “En un principio fue difícil pensar en ser escritora de poesías. Mi marido no creía que yo tenía esa sensibilidad, era terriblemente machista. Me boicoteaba, me decía “qué vas a escribir vos”, dedícate a otra cosa. Pero justamente esto me fortaleció, pese a que tenía que escribir a escondidas de él, me fortaleció porque impuse mi ego, mi fuerza interior, y me dediqué con más empeño a al oficio, me dejé llevar por mis sentimientos y los puse en palabras. La hoja en blanco fue un mapa que comenzó a trazar mi vida, y yo lo llenaba con mis memorias, con mi voz”.

Una nueva pausa, una nueva sonrisa y continuó: “Bueno, y seguí contra viento y marea, no me detuve nunca, hasta que me leyó Alicia Scherer, y me dice: “Choli, ¿vamos a hacer un libro entre las dos?, vos juntá cincuenta poesías y yo junto otro tanto y luego seleccionamos las mejores para publicar”. Con el tiempo tuvimos el libro ya preparado pero faltaba la tapa. Como por arte de magia aparece Disanto, que era compañero de la escuela de Alicia, y propone hacer la tapa del libro. Ya estaba todo, pero lo manteníamos en secreto, y lamentablemente la vida se lleva a Alicia y este primer proyecto quedó trunco. Pero fue un impulso enorme porque yo seguí escribiendo, no me detuve jamás. De a poco iba corrigiendo mis poesías y reescribiéndolas para mejorar el estilo. Todo esto derivó en la publicación de siete libros autorizados por el Concejo Deliberante y el Concejo Escolar, he recibido varios premios por el Día Internacional de la Mujer, y otros por mis poesías. Realmente no me puedo quejar de nada, este es un camino maravilloso y lo sigo transitando día a día con la fuerza y el entusiasmo del primer momento”.

 

“Niña de ojos mansos”

Autora: Chola Rizzi

Te vi frente al escritorio una de esas primaveras

Donde camina la vida

A un ritmo que nunca espera

    Voces, risas y preguntas diariamente tú contestas

Niña de los ojos mansos

Con tu dulce hablar que alegra

       Premio para los abuelos al final de su carrera

Con palabras repetidas

Entre achaques, idas y vueltas

 Y tú, con esa frescura juvenil y a tu manera

Eres sol amanecido

Que porta un nombre: Gabriela

                                        Poesía del libro: Mi barca de Sueños