Del “querido rey” al “descendemos de los barcos”

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Por Raúl E. Valobra: Cuando se tiene alrededor a un montón de Asesores presidenciales resulta inadmisible tolerar el comentario desacertado y extemporáneo del Presidente Alberto Fernández, en el que subayace un discurso eurocentrista decadente que tanta sangre derramó sobre la América Originaria. Acaso esto es mejor que aquel “querido rey”, lanzado por el impresentable Macri con motivo del Bicentenario de nuestra Independencia Patria, exhibiendo el grado de genuflexión que se desprendía de su gobierno, rendido a los pies de quienes solo llegaron a asolar el continente. Cuál es la mirada del presidente, cuál es el concepto que tiene sobre un genocidio que habla de 60 millones de originarios asesinados en manos de aquellos que considera nuestros ascendentes, desestimando a quienes habitaban el continente desde el principio de los tiempos humanos. Sus disculpas llegan tarde porque esta opinión pesa en la sociedad, su mirada “sarmientista» y perimida sigue reproduciendo los discursos de un poder que se edificó sobre la sangre originaria derramada por la campaña roquista que exterminó con cuanto originario se cruzara por estos lares. Esta conjugación de su irreproducible expresión con la visita del presidente de España nos traslada a un escenario que enciende las alarmas de un gobierno nacional y popular que no abreva en los conceptos de un poder totalitario que arrasó con toda la alteridad cultural americanista. América no es blanca, América tiene colores cobrizos en su sangre originaria, tan fundamentales y nobles como cualquiera, América fue invadida y sometida por la Europa de la conquista y el exterminio, luego vinieron a refugiarse cuando el hambre y la guerra los acorraló y les abrimos los brazos. Hoy, luego del saqueo y la muerte, Europa condiciona la llegada a sus tierras, pone trabas y barreras porque no quieren Latinos en sus tierras, con ese desprecio hacia la otredad que los caracteriza que alguna vez generó las condiciones propias para engendrar el Nazismo, el Fascismo y el Franquismo. Descendemos de la creación divina que puso al hombre sobre la faz de la tierra, luego determinar el grado de incidencia de tal o cual etnia en la conformación de nuestro ADN identitario, es una definición científica que desvela apenas a unos pocos, jamás las corrientes inmigratorias podrán negar nuestro origen.