Se agrava la situación del Banco Provincia y habrá un nuevo paro

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Este martes y miércoles, la entidad funcionó en horario reducido por asamblea. Y tras el feriado largo habrá un nuevo paro de 48 horas, por lo que no habrá atención hasta el jueves. Los empleados de la sucursal Cañuelas explicaron su situación haciendo uso de la Banca Abierta del Concejo Deliberante.



Luego del feriado extra largo de Semana Santa y el 2 de Abril, los clientes del Banco Provincia deberán aguardar hasta el jueves 5 para volver a hacer operaciones en la sucursal. Y esto si no se confirman los rumores de un paro nacional de La Bancaria para jueves y viernes de la próxima semana.

Ocurre que la Asociación Bancaria convocó a un paro de 48 horas en las sucursales del Banco Provincia para el próximo 3 y 4 de abril, en el marco del conflicto que mantiene el gremio con el gobierno de María Eugenia Vidal,luego de la aprobación de la ley que modificó la normativa de la Caja de Jubilaciones del Bapro.

«Las asambleas han confirmado la defensa del salario, una paritaria sin techo y profundizar las medidas para que la Suprema Corte Provincial se expida rápidamente sobre la clara incostitucionalidad de la nefasta ley 15.008» sostuvieron desde La Bancaria a través de un comunicado.

En Cañuelas, un nutrido grupos de empleados y jubilados del BAPRO concurrieron este miércoles a la asamblea extraordinaria del Concejo Deliberante, donde hicieron uso del mecanismo de la Banca Abierta para exponer su situación.

El cajero de la entidad local, y delegado gremial, Alberto Del Buono fue el responsable de hacer uso de la palabra, apoyado por sus compañeros que lo acompañaron desde el público.

Del Buono realizó un resumen de los perjuicios que acarrea para los empleados bancarios la aplicación de la nueva Ley, que -según dijo- apunta al vaciamiento y futura privatización de la entidad bancaria, al quitarle a la Provincia la responsabilidad de respaldar los pagos de jubilaciones y pensiones.

La ley 15.008 fue impulsada por el oficialismo y aprobada en la legislatura con el fin de promover (desde la óptica del gobierno) el fin de las «jubilaciones de privilegio». Entre las principales modificaciones, la ley elevó la edad de jubilación de 57 a 65 años y derogó el artículo 40 que establece que, ante el déficit previsional, quien debe intervenir es el Bapro, cuando antes lo hacía la Provincia, situación que es considerado por los trabajadores como una antesala a la privatización del banco.