Cañuelas también Entró en Escena: una Asamblea por el Teatro en Tiempos de Resistencia.

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En el marco del Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa (ENTRÁ), artistas y vecinos de Cañuelas se reunieron en una asamblea abierta en la Biblioteca Popular Sarmiento para defender la cultura, el teatro independiente y el Instituto Nacional del Teatro.

Del 3 al 9 de julio, mientras el termómetro social subía en todo el país, artistas, gestores y trabajadores de la cultura salieron al encuentro. No fue casual: se trató de la primera edición del Festival ENTRÁ – Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa, una propuesta federal, autogestiva y sin fines de lucro que surgió como respuesta a la profunda preocupación que atraviesa al sector teatral tras el decreto presidencial 345/2025, que desmantela la estructura autárquica y federal del Instituto Nacional del Teatro (INT).

Pero ENTRÁ no fue simplemente un festival. Fue una acción política, artística y profundamente territorial que reunió a cientos de teatristas en asambleas, funciones, intervenciones y encuentros. Cañuelas no fue la excepción.

El miércoles 9 de julio a las 17 horas, la Biblioteca Popular Sarmiento fue el escenario local de una asamblea abierta donde se dieron cita espacios de teatro independiente, colectivos culturales, artistas y vecinas y vecinos comprometidos con la cultura.

Una escena que no se rinde

La asamblea fue, en esencia, una celebración del encuentro. Con voces diversas, la comunidad cultural de Cañuelas coincidió en algo fundamental: la defensa del teatro como derecho.

“La Ley Nacional de Teatro y el Instituto no son privilegios. Son herramientas fundamentales para garantizar el acceso y la producción de una cultura verdaderamente democrática y federal”, expresaron en el documento elaborado de manera colectiva.

El ajuste impulsado por el actual gobierno nacional fue definido como una amenaza directa a la pluralidad de voces, al dejar al teatro supeditado a las reglas del mercado. “Solo podrán acceder quienes puedan financiarse. Y por lo tanto, quienes tienen el capital, decidirán qué historias se cuentan”, advirtieron.

El teatro, insisten, es una construcción colectiva. Su motor no es el rédito económico, sino el vínculo comunitario, la creación compartida, la palabra como puente. Por eso, desde Cañuelas, se mantienen en pie: organizados, movilizados y decididos a resistir.

Propuestas con cuerpo y alma

El documento local, elaborado con fuerte contenido político y poético, también dejó en claro que no alcanza con la protesta: hay propuestas, hay camino. Entre las acciones previstas, se propuso:

  • Difundir un comunicado conjunto en redes y medios.

  • Generar una red de teatristas en Cañuelas que trabaje en conjunto.

  • Acompañar las producciones de los distintos espacios culturales del distrito.

  • Pensar estrategias para crear y sostener públicos.

  • Relevar espacios teatrales y colectivos locales.

  • Mantener el contacto y continuar el trabajo iniciado en la asamblea.

A su vez, se compartieron preguntas profundas, que invitan a repensar los lenguajes y sentidos del teatro actual:
¿Qué tipo de teatro necesitamos producir? ¿Cómo dialogamos con la comunidad? ¿Qué tipo de lenguaje queremos construir desde la escena?

Una trinchera con aplausos

El cierre fue claro y contundente: NO al decreto 345/2025 y sí a la defensa del INT y de la Ley Nacional del Teatro, esa conquista colectiva nacida del esfuerzo de generaciones de trabajadores y trabajadoras de la cultura.

Caminamos porque otros caminaron antes”, afirmaron, en un guiño que reconoce la historia de lucha del teatro independiente en la Argentina. Cañuelas fue parte de ENTRÁ, no solo con obras locales sino también con esta asamblea abierta, viva y necesaria.

Porque cuando se apagan los recursos, se enciende la escena. Y cuando se apaga la cultura, el pueblo pierde su voz.

En Cañuelas, esa voz no piensa quedarse en silencio.