Heill y una actitud ambigua.

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Por Miguel E. Patrón, Abogado

Hace unos minutos antes de terminar esta editorial, intenté infructuosamente comunicarme con la empresa Heil Trailer para obtener la palabra de la empresa o, aunque más no fuere, un comunicado oficial sobre los sucesos de semanas atrás.

El silencio de la empresa a dar detalles no es llamativo si vemos cómo se han manejado desde hace un tiempo, no solo con la prensa, sino también con los trabajadores de la planta ahora en conflicto.

Hace unos meses, a principios de junio, nos enteramos de los problemas financieros de la empresa al verse obligada a postergar pagos de aguinaldos y quincenas.

De palabra de Dardo Mansilla, titular a cargo de la sede del Ministerio de Trabajo, pudimos saber que los problemas parecían ser temporales. Según voceros de la empresa los inconvenientes en el retraso de los pagos, tenían su correlato con la falta de insumos que no podían ingresar al país para terminar unidades que ya estarían vendidas y con ese líquido afrontar los pagos.

La semana pasada se evidenció que los problemas aparentan continuar y ser más graves porque los pagos volvieron a faltar y los atrasos son cada vez más grandes y numerosos llegando a afectar al 75% de la planta activa.

El pasado miércoles 8, más de 80 trabajadores representando a toda la planta trabajadora

de la empresa, decidió hacer un acampe y fogata en las puertas de la fábrica para que sus reclamos sean escuchados. Durante los días de protesta, pude entrevistar a Roberto Arce, titular del gremio de la UOM, en la empresa cuestionada.

Sus palabras principalmente manifestaban el desánimo por la falta de un diálogo sincero y constructivo. Los trabajadores apoyaron masivamente la protesta y desconfían de las intenciones de la empresa que siempre alega la falta de capital para afrontar sus obligaciones. Por entonces, la empresa, haciendo oídos sordos una vez más, solo contesta con evasivas y manifiesta liviandad las preguntas de los delegados gremiales ante el reclamo de la fecha de pagos.

Por dicha protesta y la difusión en los medios locales de tales reclamos, el jueves personal jerárquico de la empresa decide bajar y entablar un diálogo que, otra vez gracias a la intervención del Ministerio de Trabajo y su funcionario local, Dardo Mansilla, como mediador y conciliador de las partes, pudo llegar a un resultado positivo.

La empresa pedía conciliación obligatoria, forzando volver a los puestos de trabajo, cosa que no correspondía porque habían retrasos y faltas de pago. Se resolvió volver al trabajo, no por la obligación sino por el consenso de los trabajadores cuando vieran reflejado en sus cuentas el pago de lo adeudado. El gremio, con el apoyo y la decisión a través del consenso de los trabajadores, aceptaron la propuesta y volvieron al trabajo y al funcionamiento de la planta. Eso se hará efectivo dentro de un tiempo para activar la producción.

Para destacar queda, como siempre, la solidaridad y el apoyo de los trabajadores de gremios locales, como los harineros, los de la carne y los camioneros que sienten como propia la lucha. Hoy más que nunca este apoyo se traduce literal como un futuro que puede tocarle a cualquiera, lease Molinos Cañuelas y su concurso preventivo entre otras noticias.

Que persiguen éstas empresas que en momentos de pandemia, elecciones y de ajuste económico, ponen en jaque la tranquilidad de las familias de los trabajadores?

Mi opinión es que no es circunstancial y tampoco inocente, poner en jaque los trabajos y empleos de la clase trabajadora en estos momentos cuando desde la patronal comienza otro avance hacia la quita de derechos laborales poniendo en la agenda política la eliminación de la indemnización por antigüedad.

Luego vendrán por no pagar las vacaciones y la lista seguirá.

La excusa es la de siempre. Atraer capitales y hacer más atractivo el invertir en Argentina.

El resultado, el de siempre. Nunca se conforman.