Puja distributiva t aceleración de la inflación, un cóctel que marea.

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La noción de puja distributiva se emplea en el terreno de la economía. El concepto alude a la disputa establecida por la distribución de la riqueza que se genera a través del proceso productivo.

Desde hace unos días se percibe en las esferas políticas una tensión que tiene su eje en la puja distributiva. ¿Qué significa en concreto y donde se refleja esta lucha? Principalmente se puede apreciar en cuatro grandes sectores políticos sociales que abarcan tanto al
campo, con el pedido de baja de las retenciones, no al revalúo y devaluación del peso.

Luego tenemos al sector del comercio y los grandes empresarios del sector alimenticio que pujan por el aumento de precios para estar a la par , por lo menos de la inflación. De cerca y marcando la cancha al gobierno , los sectores sindicales piden paritarias más rápidas y con aumento por encima del 45 % de los salarios. Por último , los movimientos sociales y piqueteros , que con algunas diferencias entre ellos en la metodología , coinciden en el reclamo de no pago de la deuda externa y bonos de ayuda o salario básico universal. A este
último rubro de pedidos se sumó la vicepresidenta CFK.

La puja distributiva iniciada desde la recuperación de la pandemia significó un nuevo avance de un sector muy reducido y concentrado de la economía mundial y nacional. Los récords de inflación durante 2021 en los países centrales y en varios países de la región estuvieron impulsados, primero, por los cuellos de botella en las cadenas de producción global, cambios en el comportamiento de la demanda y fuertes programas de estímulo que se tradujeron en una mejora de los márgenes de ganancia en la medida que los salarios no
acompañaron al mismo ritmo de los precios. Argentina no fue la excepción a este proceso de mejora de la rentabilidad a escala global pero,a diferencia de otros países, arrastraba un fuerte deterioro en la distribución del ingreso de los dos años previos a la pandemia.

A la suma de los pedidos viene el correlato de un discurso que refleja y deja al gobierno en off side al mostrar los números de crecimiento y de desarrollo industrial que tienen una marca positiva por encima de los parámetros de meses anteriores. Es decir, los sectores en
puja quieren una mejor distribución de ese aumento considerable del PBI.

La subida de la recaudación producto del aumento del PBI, se ve eclipsada por los altos índices de inflación que engulle los márgenes de rentabilidad. Los líderes industriales y las cámaras de comercio ponen de manifiesto que no se puede conformar a todos al mismo
tiempo. Que si bien estamos creciendo , hay tiempos para emparejar la distribución.

La mejora en la rentabilidad empresaria se dió, en una economía como la nuestra que ya tenía un nivel de inercia inflacionaria en torno al 50%, mediante una aceleración de las tasas de inflación que ganó en velocidad a los incrementos de los salarios. El hecho de que
la inflación se acelere en un contexto de deterioro de la distribución del ingreso, quita fuerza a las teorías que buscan explicar los aumentos de precios por impulsos salariales, poder
sindical, etc.

En ese sentido, deja fuera de la cancha a quienes buscan romper el modelo sindical argentino y los derechos laborales con políticas de flexibilización laboral, justificándose en el combate contra la inflación. En los últimos cuatro años, hemos anulado por completo la explicación de una mayor inflación por “los costos salariales” a fuerza aceleraciones en la tasa de aumentos de los precios que coincidieron con deterioros salariales e, incluso, con caídas del consumo y la demanda agregada.