Kicillof reflotó el sueño de una universidad nacional para Cañuelas

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El precandidato a gobernador del Frente de Todos eligió Cañuelas como uno de los cuatro municipios donde cerró su campaña. Habló de reactivar la industria, el empleo y la educación en la Provincia y volvió a instalar el sueño de la Universidad de la Cuenca del Salado, que prometió impulsar. Fassi pidió «votar con alegría» y que «el odio se lo queden ellos».



Con fuertísimas críticas a los gobiernos de Mauricio Macri y María Eugenia Vidal, el precandidato a gobernador Axel Kicillof inició en Cañuelas un cierre de campaña que incluyó una recorrida por los municipios de Chivilcoy, San Andrés de Giles y finalizó con un acto en Merlo, acomañado de la precandidata a vicepresidenta Cristina Fernández.

En un encendido discurso, ladeado por el intendente Gustavo Arrieta y la precandidata a intendente Marisa Fassi, Kicillof cuestionó con dureza la “bicicleta financiera” y aseguró que al término del 2019 se pagarán de interereses de Leliq 660 mil millones, mientras que todo el presupuesto de la Provincia es de 700 mil millones.

No es Alberto el que tiene que explicar cómo va a hacer para pagar la especulación. Son Macri y Vidal los que se esconden porque no pueden explicar el negocio especulativo más grande del mundo”, afirmó el candidato frente a una verdadera multitud que colmó el microestadio Jorge Arín del Club Cañuelas.

Kicillof llegó en su propio auto poco antes de las 11, y se mostró cordial y de muy buen humor. Tanto que permaneció durante más de una hora tras el acto, posando para las cientos de selfies junto a los y las militantes, en un clima de total algarabía.

Antes, había arengado a votar por Marisa Fassi y cuestionado duramente a Macri y Vidal, sobre todo por la costosa campaña que ambos protagonizaron en las redes: “No se puede ver un video sin que aparezcan”; bromeó el candidato.

Sin embargo, a la hora de cuestionar las políticas del macrismo, fue sumamente duro: “No conocen Argentina. No conocen a su gente. Hay empresarios, productores rurales, comerciantes, maestros, maestras, científicos, profesores, jubilados y toda la gente de trabajo que tiene su plata, sus bienes, sus afectos en la provincia de Buenos Aires. No en Panamá ni en paraísos fiscales”, dijo, a la hora de cuestionar la especulación financiera.

Axel cuestionó al macrismo por “destruir el tejido industrial, las pymes, la producción y el empleo”, y aseguró que en su gestión piensa acompañar a Cañuelas en la apertura de nuevos parques industriales.

Alineado con el discurso de Fassi, Kicillov volvió a instalar el debate por la Universidad Nacional de la Cuenca del Salado, que durante el kirchnerismo fue aprobada por Ley, pero que luego parece haber quedado en el olvido para el gobierno nacional.

Macri y la gobernadora han expresado su falta de interés, su indiferencia y su desprecio al sistema de enseñanza y educación pública, no es raro que Cañuelas no haya podido avanzar con su sueño universitario”, dijo y prometió que el sueño será retomado luego del 10 de diciembre: “Vengan a Cañuelas después del 10 de diciembre, a ver como las universidades se llenan de pibes y pibas”, aseguró.

 

“Que el odio se lo queden ellos”

Marisa Fassi antecedió al precandidato a gobernador en el uso de la palabra, y habló de las angustias que vive gran parte de la población: “Estamos angustiados y tristes. Los jubilados perdieron el 20 por ciento del poder adquisitivo, no les alcanza para los remedios ni para pagar la luz. Los pibes pasan frio en las escuelas y no tienen los materiales para estudiar”, aseguró Fassi.

Desde el público, una docente acotó:“En las escuelas se pasa hambre. Nos llena de angustia decirle a los chicos que no pueden repetir”.

Que el odio se lo queden ellos, como dice Cristina. Nosotros en las urnas vamos a depositar sueños, esperanza, vamos a militar para llevar el voto de los trabajadores, de los jubilados y de los docentes”, aseguró Fassi.